Como regla principal, a la hora de entablar una charla de índole sexual hay que dejar de lado cualquier frase que parezca sacada de un manual de psicología «económica». Utiliza la imaginación y saca el tema a colación a partir de una letra de una canción, tras ver una película, un anuncio, una noticia de la televisión…. e incluso rememorando la propia juventud. No hablar de sexo con los hijos es una verdadera negligencia que traerá consecuencias en la vida real.