Robert Eichberg y Jean O’Leary, psicólogos y activistas por los derechos de las lesbianas y los gays, propusieron en 1987 la idea de celebrar un día en el que las personas se sintieran con la libertad plena de manifestar su tendencia sexual, enfrentando de esta manera los temores y los estereotipos impuestos por la sociedad.

Un año después, durante la Segunda Marcha por los Derechos de Gays y Lesbianas, que tuvo lugar en Washington, EU y a la que asistieron más de 500 mil personas para pedir la igualdad de derechos, se concretó la propuesta.

Desde entonces, cada 11 de octubre se celebra el Coming Out Day o Día para salir del clóset con la finalidad de crear conciencia en la población sobre la necesidad de igualdad de derechos para los miembros de la comunidad LGBT. La celebración comenzó en Estados Unidos y actualmente se ha extendido por el mundo, con manifestaciones en países como Suiza, Alemania, Reino Unido y América Latina.

La expresión “Salir del closet” tiene su origen en la frase anglosajona to have a skeleton in the closet, que sugiere tener algo vergonzoso y que no se quiere hacer público.

En este día los participantes son invitados a usar los símbolos del orgullo gay, sin distinción de etnia, edad ni condición social para llamar la atención sobre la urgencia de tener una sociedad que sea más respetuosa ante la diversidad sexual.