Aunque te lleves muy bien con tu pareja siempre habrá momentos en los cuales no estén de acuerdo, y esto generará algún conflicto. Hay que aprender a resolverlos de la mejor manera para no herir con nuestras palabras o gestos, procurando evitar los rencores para que la vida en pareja no se convierta en un permanente ring de peleas.

 

¿No tienes paciencia y no te puedes quedar callado? No todo se puede solucionar todo en el momento, ya que por el calor del malestar podrían decirse cosas poco agradables. Además, si la discusión continúa puede alcanzar niveles de los cuales luego pueden arrepentirse, así que lo mejor es esperar a calmarse para retomar el tema con la cabeza fría.

 

Nuestra mejor arma es el autocontrol. Una palabra puede doler más que mil golpes y el respeto es muy importante para mantener una relación de pareja sana.

 

El argot popular reza que “Cada cabeza es un mundo”. Ten presente que es imposible que las personas siempre coincidan así que debes buscar acuerdos, se trata de una negociación donde ambos ganan.

Lo más importante: hay que aprender a comunicarse. En muchas ocasiones interpretamos lo que nuestra pareja nos quiere decir o bien nos imaginamos algo totalmente diferente a lo que realmente está ocurriendo. Pregunta, no interpretes. Por más difícil que sea la pregunta, hazla y atrévete a escuchar una respuesta que resuelva todas tus dudas, aunque sea muy dura.